martes, 7 de enero de 2014

¿Por qué tanto suena el catolicismo en estos días?


¿Por qué tanto suena el catolicismo en estos días?

Es la pregunta que me hago y que a pesar de las conjeturas, no hallo precisar del todo la respuesta.
La más acertada que a mí opinión respecta sería la siguiente:


En los últimos 14 años he notado el cambiante flujo de creyentes que se endosan de una creencia a otra, o incluso a la descreencia, motivados por los crecientes escándalos nacidos en el seno del catolicismo. Con tanto cura enveranado y "tocabolas" alrededor del globo, misóginos de cuello blanco, líderes anti-ciencia y abolicionistas de los derechos humanos, es apenas lógico que en nuestra moderna y culta sociedad, la gente decida dejar de lado todo aquello que siente y cree no les representa.  En Europa mayoritariamente, muchas personas son disidentes del catolicismo, le siguen en América del Norte y mínimamente en Latinoamérica.

Ergo esta circunstancia genera un balance negativo para las arcas del Vaticano, que al verse en déficit sobra decir que pierden poder económico y participativo en la conciencia del común ciudadano, por ello se han dedicado afanosamente en darle un lavado de cara a tan lustrosa institución y a implementar la recuperación de sus ovejas descarriadas. Aunque como difícilmente pueden retomar a los perdidos (¿razones? Muchos han dejado el catolicismo, apostatando y abrazando la razón con fuerza, de la mano del ateísmo - agnosticismo, otros un tanto desubicados han preferido un dios personal para no verse ensuciados por aquel impío violador de infantes, otros corderos más desubicados intelectualmente pasaron a formar parte de la competencia conocida como cristianismo evangélico y los que se desquisiaron vieron su salvación en las sectas), pues se han dedicado a lograr su meta con los que apenas están maleables; esto es, los niños.

Véase el caso de España, donde actualmente se ha retornado a la asignatura obligatoria de religión, dictada por profesores escogidos por el Vaticano, pagados por el estado español y de participación, calificación obligatoria y con influencia en el promedio de notas, todo un chantaje al puro Vaticano Style.  La única salvación "pasiva" que le veo al alumnado español es ser mejor estudiante, sacar mejores notas en todas las demás áreas y dejar a la nauseabunda cátedra de religión relegada a la más baja del promedio, pasándola raspando para no perderla, pero tampoco darle el gusto de destacarla por entre todas y demostrar la falacia que tanto añora introducir en las mentes de los estudiantes la curtida de Babilonia. Y digo pasiva porque va en firme y nadie hace nada o están atados de manos.



Además del caso de los españoles, también en América está la construcción de una segunda basílica de la vírgen morena, la Guadalupana; esa farsa que absorbió al culto pagano de la diosa Tonatzin y lo prostituyó en la imágen retocada e hispanizada que conocemos hoy.

En Colombia hay proyectos absurdos pero no menos importantes, como la construcción de una virgen gigante en Neiva de unos 40 metros de altura y costosísima, a la que por cierto, se le adelantaron en Bolivia a un tercio de lo que cuesta la colombiana y 5 metros más de altura, entre otros; que solo sirven en todos los casos para robarse el dinero de los impuestos malgastándolos en fantasías de adultos incultos y crédulos. Retomando la idea del endoso de crédulos, no podemos dejar la unión entre políticos y catolicicismo - evangélicos, que por ganar se endosan votos a cambio de contratos o participación de cuotas políticas de ambos credos en el manejo del estado.  ¡Toda una maldita campaña de corrupción! ¿Por que a dios no le basta el reino de los cielos?, También es ambicioso y desea el reino terrenal.


Y, a usted mi estimado lector, le pregunto:

¿Por qué tanto suena el catolicismo en estos días?


En Scrib encontré este interesante texto.