viernes, 16 de noviembre de 2012

Crean un "cable" que conecta el cerebro a las máquinas.











  

"Crean un 'cable' que conecta el cerebro a las máquinas"

Un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan acaba de conseguir algo que parecía imposible: fabricar un delgadísimo cable capaz de "enchufar" directamente el cerebro humano a una computadora. El ingenio es tan preciso que puede conectarse, incluso, a células individuales. El sorprendente estudio se publica esta semana en Nature Materials.

El cable en sí es un filamento de carbono revestido de plástico, de modo que las señales eléctricas de las neuronas no causen molestas interferencias no deseadas. En uno de sus extremos, el cable está impregnado con un gel cuya finalidad es la de acoplarse a la perfección con las membranas de las células cerebrales y transmitir y recibir de ellas señales eléctricas. El otro extremo está conectado a una computadora, de forma que las señales que emite el cerebro llegan directamente a la máquina, y con una extraordinaria claridad.

"El electrodo -explica Nicholas Kotov, uno de los desarrolladores del dispositivo- tiene un diámetro aproximado de 0,007 milímetros (siete micras), mucho menos que el de sus más directos competidores, que tienen entre 25 y 100 micras".

A diferencia de los anteriores, que podían llegar a dañar las neuronas cercanas a aquellas con las que se quiere conectar, el nuevo electrodo es mucho más preciso y tiene, además, la ventaja de que el otro extremo (el que no está en el cerebro) puede conectarse a cualquier clase de dispositivo, por ejemplo a una prótesis.

La gelatina, incluso, habla el lenguaje de la célula, añade el investigador. Los impulsos eléctricos viajan por el cerebro mediante movimientos de iones, o átomos con cargas eléctricas, y las señales se mueven a través de la gelatina de la misma manera. Del otro lado la fibra de carbono responde a los iones moviendo electrones que traducen eficazmente la señal del cerebro al lenguaje de los artefactos electrónicos.

El ingenio ya ha sido probado en ratones y ha dado, hasta ahora, unos resultados excelentes. Pero los propios autores del artículo aclaran que aún es pronto para empezar a utilizarlo con seres humanos. Cuando por fin se haga, el dispositivo contribuirá a revelar un buen número de los misterios que aún envuelven al cerebro y su funcionamiento, entre ellos la forma en que las neuronas se comunican entre sí o el trazado exacto de las "autopistas" que cruzan el cerebro de parte a parte transportando la información que éste debe procesar continuamente.

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