Me encontraba en una cita médica hace unos días, cuando noté al llegar, que en el pasillo donde habitualmente existen bancas llenas de pacientes lo que había era bancas con expectadores de un acto anticuado, arcaico, inhumano y fuera de lugar:
Estaban bendiciendo un consultorio de salud femenina especializada.
El discurso del capellán sonó muy convincente, tratándose de una institución que aboga por quitar derechos a las mujeres cada vez que tiene la oportunidad. Él decía que daba gracias a dios por esta consulta que ayudaría a mejorar a muchas mujeres y que gracias a él (dios) ellas lo lograrían. Casualmente, habia muchas mujeres allí seguidoras y adoradoras de la doctrina atropellante conocida como Cristianismo (no importa el sabor de su subdivisión). Posteriormente ocurrió un discurso insípido y repetitivo de uno de los administrativos de la entidad, hubo brindis y pasapalos en medio de gente que esperaba incómodamente ser atendida después de varias horas de espera. Alli duraron hasta las 6pm, y eso que los pacientes de pie estaban desde las 3pm. Yo fui un afortunado que llegó a las 4pm y me fui a las 6pm.
Les dejo un par de imágenes.